viernes, 4 de diciembre de 2009

Pedro Luna, salsomano y librero

Mario Manzanares
Las largas travesías de Pedro Luna por el mundo de la salsa y la venta de libros lo han dado a conocer en la ciudad de Acarigua, este poeta como algunos lo llaman es oriundo esta ciudad y radicado desde hace unos cuantos años en el barrio Andrés Bello antigua Reja de Chirere, donde es muy apreciado.

Cuando conocí a este popular personaje lo hice al frente de la alcaldía de Páez, allí tenia un puesto de libros y leyes que la gente iba a comprar, también vendía CD de salsa y novelistas vaqueras, era todo un espectáculo ya que se ponía a cantar su música como el describía a la salsa, siempre se identificó con este ritmo de afrolatino, un día me dijo yo soy salsomano, ese es el género musical que da nota.

Todos los días se devora los periodicos locales y toda clase de libros que el vende, lo que lo hacen una persona con mucho conocimientos en muchas áreas, cosa que nunca divulga pero cuando lo buscan para cualquier investigación el tiene argumentos para responder. Es muy dicharachero y hombre de bien.

Hoy día ya no esta en la alcaldía con su venta de libros, se mudo, el sitio lo vendió a otro joven con discapacidad y él agarro nuevos rumbos, creo que el apellido se le vino encima, la luna. Pero sigue con su música, lo que hizo fue que se llevo su ritmo y sus cosas a otras latitudes, donde seguro le ira bien.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Baudilio Díaz, a 29 años del rugir del León mayor

Mario Manzanares
Las altas montañas Mirandinas lo vieron nacer, las pequeñas calles de Cúa lo vieron corretear con su aro de bicicleta y un pedazo de madera en la mano, jamás se imagino este sabio pueblo, que ese muchacho llegaría ser el ídolo de multitudes e hijo ilustre de esa población.
Baudilio Díaz fue creciendo, y entre caimaneras fue puliéndose, era muy lento pero con un potente brazo que fue lo que lo catapulto como careta de primera línea, nadie le llegaba quieto a segunda, fue así como se fue abriendo paso por las selecciones de su estado natal Miranda y un día en unos nacionales los scout busca talentos dieron con el portento de muchacho y lo firmaron, los Leones del Caracas se hicieron con lo que seria por muchos años su catcher estelar, su inmortal numero 25 en su dorsal, con este equipo vivió sus mejores galas.
Baudilio Díaz, hombre afable y sencillo, mejor pelotero, tuvo la suerte y el honor de estar detrás del plato en dos juegos sin hit ni carreras lanzados por padre e hijo en épocas diferentes, me refiero a Urbano Lugo padre e hijo y uno d ellos en plena final, toda una hazaña lograda por el criollo caraquista.
En el norte se caracterizo por ser un receptor serio y trabajador, su meta era establecerse y lo logro gracias a fuerza de tesón y ganas. Debutaria con las Medias Rojas de Boston, luego pasaria a Philaderphia donde no lo valoraron como pelotero y paso luego a la gran maquinaria roja de Cincinati, quien junto al rey Concepción, él y Campanella harían una línea central envidiable; allí la dueña del equipo hizo que se cortara su mostacho al igual que todos los peloteros entre ellos la “cobra” Dave Parque, que su símbolo era una barba espesa. La que paga es ella, se le escucho un día decir a Bo Díaz, como fue conocido en el norte.
A lo largo de sus 14 temporadas siempre detrás del plato caraquista, Baudilio vivió su gran temporada en la 79-80 cuando logro enviar a las gradas 20 pelotas para dejar para la historia el record de 19 bambinazo del magallanero Bob Darwing que tenia sembrada desde la temporada 72-73.
Nunca fue un pelotero de batazos de largo metraje, pero esa temporada fueron saliendo los estacazos, el primero fue contra el larense zurdo Randy Benson el día 23de octubre y el numero 20 para romper la marca de Darwing se lo dio a el legendario cubano venezolano Aurelio Monteagudo de los Tiburones de La Guaira, este batazo lo logro el 12 de enero de 1980.
En la actualidad han salido grandes bateadores que han metido bulla en pos del record de mas jonrrones en una temporada, pero cuando mas cerca están de lograrlo un ángel celestial guiado por el Gran Bo Díaz les hace entrar el nerviosismo y no logran ni siquiera empatar los 20 de él y ni siquiera llegan a 19 algunos casos.
Nadie se explica por que sucede esto, será que el espíritu celestial del mirandino los hace fallar en los momentos más cruciales, llega la presión y los jonrrones no salen, y se mantiene el record vigente.
A Baudilio lo persiguieron las lesiones, los infortunios y la mala suerte, no falto en su vida un mal día, como el día que un accidente caserote quita la vida al gran Baudilio Díaz, no pudo ver a sus hijos devorarse los estadios como lo hizo el ni mucho menos verlos graduados en la Universidad, cosa que siempre repetía, un absurdo y triste desenlace cuando tratando de arreglar la parabólica de su casa esta le cae encima, llevándose al mejor careta de todos los tiempos del béisbol venezolano , Bo Díaz.
Los veinte batazos de vuelta completa de Baudilio Díaz perduraran en el recuerdo de cada uno de los orgullosos caraquistas, pero también en la mente y en el recuerdo de todos los que vimos y apreciamos ver jugar a ese ídolo camiseta 25 que en su momento fue el rugir del león, el líder de su divisa.
Hasta la eternidad siempre, Baudilio Díaz.

La muerte viaja de noche…

Mario Manzanares
Era casi la media noche, disfrutaba como nunca lo había hecho, la canción del cantinero no paraba de sonar, había en el ambiente una brisa fría de esa que penetra por los huesos, la bulla no cesaba, allí sentado solo en un rincón de la cantina se encontraba Ángel Antonio Curiel.

Nunca se imagino que esas serían sus últimas birras que se tomaría, lo peor estaba por venir y Ángel inocente de todo seguía libando licor sin importarle nada.

Todo iba bien, hasta que de repente surge una acalorada discusión de la nada, un mal entendido pudo haber sido la causa, y allí en medio de todo esto estaba Ángel Curiel envuelto en un desagradable lío que no sabia como había llegado a él.

Eran varios los clientes los que estaban involucrados en la reyerta de palabras que iban y venían cual gallera, y cada vez con un tono mas elevado, fue ese el preciso momento que Ángel decide marcharse del lugar.

Salio a la oscura calle, la falta de luminarias en los postes hacen del lugar un tanto tenebroso y macabro, se sube a su moto Jaguar, color azul 150 cilindradas, la enciende y parte a toda carrera del sitio sin percatarse de nada, Ángel nada temía, solo evitaba.

Jamás se imagino que esa noche fría seria la ultima que viviría, la muerte le jugaría una ultima escaramuza; Ángel no se percato que otros sujetos a bordo de un vehiculo color verde y otro en una motocicleta lo venían siguiendo con oscuras intenciones y a la altura del hotel La Sirena se escucho el zumbido de una detonación que rompió el silencio de la noche e izo blanco en la humanidad de Ángel Curiel.

El primer impacto lo recibió en la espalda y seguidamente otros cuantos disparos mas, Ángel ya no podía conducir estaba herido y cae. En el suelo sus asesinos continúan acribillándolo salvajemente a un ser que solo pensaba pasarla bien esa noche.

El cuerpo yacía en la acera al lado de su compañera su moto Jaguar, allí lo rematan, se dejaron escuchar unas doce detonaciones mas que hacen blanco en el ya inerte cuerpo de Ángel ya sin signos vitales.

Sus victimarios emprenden la huida del lugar, dejando sin vida a un trabajador padre de familia que salio a disfrutar de la noche y consigue la muerte.

Los sabuesos del Cuerpo de Investigaciones Científicas y Criminalista no descartan ninguna hipótesis, pero la que mayor fuerza cobra es la de venganza y el ajuste de cuenta. Los pesquisas se trasladaron al lugar del hecho a recabar evidencias y al levantamiento del cadáver y trasladarlo a la morgue del hospital “Casal Ramos” de las gemelas.

Nadie se explica como un ser humano en cuestión de minutos, luego de estar disfrutando, desalmados con cobardía y ensañamiento le quitan la vida a un trabajador que solo queria esa noche pasarla bien.

Los familiares claman justicia, la muerte de este portugueseño debe ser investigada a fondo y dar con los asesinos de Ángel Antonio Curiel.

La verdad oculta en la Basura

Mario Manzanares
El auto dio la vuelta hacia la izquierda, ya faltaban pocos metros para llegar a mi destino; por todo el camino se veía la basura lanzada a orilla de la carretera, haciendo caso omiso a los letreros prohibiendo el bote de la misma.
Al fin llegue a la entrada del vertedero. La vía que conduce desde Acarigua a Mijaguito está en buenas condiciones; la entrada al lugar está protegida por varios zamuros que hacen guardia para proteger su alimento, la carroña, como si llevaran el registro de los camiones que entran y salen, al igual que las de toneladas de basura que son depositadas en el lugar.
Avancé unos quinientos metros para llegar al corazón en donde las moscas te atosigan y los animales realengos carroñeros hacen de las suyas. El olor insoportable me abofeteaba la cara, el aroma de la escena que vivía era putrefacto, nunca antes lo había sentido. Mi estomago sintió el ataque cruel y las náuseas no se hicieron esperar.
Luego de varios minutos pude recuperarme y ambientarme al lugar, miré a mi alrededor, el paisaje era un contraste; el vertedero estaba en medio de un bosque que irradiaba frescura y esperanza, pero a la vez se mostraban toneladas de basura y el humo que se desprende por la quema de ésta nublaba casi todo el contorno.
Gente humilde que construye casa hechas de cartón, madera, tapas de zinc y cualquier otro material que consiguen en el lugar para refugiarse del sol y el calor reinante en el lugar.
Después de caminar y recorrer los botaderos, me encontré con un hombre con la piel reseca por el sol, su cara era de seriedad, con expresión de dolor y con unos ojos que manifestaban tristeza y mucho rabía.
Debo confesar que aquello que mis ojos veían, me dio tristeza y rabia a la vez, de ver venezolanos sumergidos entre la basura en busca de que llevar para su casa, no se puede entender y tolerar que en este país aún se consigan personas en la más triste situación de abandono.
Converse con muchos de los que allí trabajan, “aquí no tenemos jefes, pero trabaja el que quiere comer al día”, se dejo escuchar una voz que salía de la penumbra de un rancho; esa es la pobre realidad de estas almas que luchan por un bienestar mejor.
Historias que van y vienen podemos encontrar en el vertedero de basura de Páez, desde desintegración familiar, drogadicción, soledad, prostitución y tantos otros que duelen hasta mencionarlos.
Me acerque al centro del botadero principal, ya mi nariz se había adaptado al olor, sentía que mis pies se quemaban, mis Nice blancos habían cambiado de color, los recolectores removían desperdicios al caminar y se desprendían fuertes aromas.
Todo lo que llega en los camiones es peleado por los basureros, desde un sweater roto hasta por un pedazo de cartón o aluminio, así con un saco en una mano y con la otra moviendo la basura en busca del sustento para el hogar.
La curiosidad crecía en mí más y mas, mis ojos captaron una escena que no lo podía creer; estaba presenciando, garzas grandes y blancas como la bruma del mar entre la basura y otras revoleteaban en el cielo tapado por el humo que se desprendía de la quema de los desechos sólidos.
Alcé la mirada, presentí estar en una playa, mi cara sentía el fresco del bosque en un día un poco nublado, donde vi las gaviotas haciendo malabares en el aire y de repente mi sueño se desvaneció al ver las palmípedas venirse a pique a los montones de basura y verlas paradas allí. Al lado de la gente peleando como uno más en busca de un bocado de comida para saciar el hambre.
Es inhumano llevar la vida en el Vertedero de Mijaguito, niños, adolescentes, viejos aquí no tienen sueños, ni esperanzas, ni metas, solo tienen como objetivo encontrar comida y satisfacer a su organismo y su forma de vivir.
Los más viejos, padres de familias solo piensan en llevar alimento a su casa, si es que la tiene, para que sus pequeños hijos no mueran de hambre; no importa la condición de ese alimento, lo esencial es la supervivencia.

Colapsaron bancos de Acarigua



Mario Manzanares
De una forma paradójica, así como lo oyen colapsaron los bancos en Acarigua, pero no se alarmen, los que colapsaron fueron los bancos de la plaza Bolívar, lugar que fue tomado por asalto en las horas diurnas por meretrices que hacen de este lugar el sitio ideal para buscar “clientes”.

Si, estas señoras se dedican todo el santo día a ocupar los asientos y los transeúntes que desean descansar no consiguen donde sentarse, por que cuando no son las fulanas “señoras” son los borrachos y hasta los orates tienen sus butacas para descansar.

Lo triste y lamentable es que al frente de esta plaza hay un puesto de policía las 24 horas del día, pero por lo visto no hace nada, ni esta pendiente de esta situación, que para muchos es una problemática de salud pública, no entendemos con que intenciones fue colocada esta patrullas de agentes al frente de la alcaldía de Páez, ¿qué cuidan, se preguntan las personas?.

La cosa no cambia en horas nocturnas, allí es mas grave, ya no son las mujeres, ahora son los transformistas, homosexuales y toda clase de alimaña que se quiera acomodar en este lugar público, se observan toda clase de pornografías en los lugares de mucha sombra, allí hacen de la suya estos indeseables, el lugar esta plagado de estas personas de la mala vida.

Hay que tomar drásticas medidas, darle a estas “señoras” un lugar fuera de la plaza para que “trabajen”, con sus respectivos permisos sanitarios, ya que de seguro no lo tienen. Hay que rescatar nuestra plaza para los Acarigueños y podamos sentarnos en paz sin que nos lleguen atacar, con invitaciones no muy decentes.

La alcaldía de Páez logro recuperar los antiguos bancos con los pensamientos de nuestro Libertador que habían sido objeto de cambio en el pasado gobierno, y igualmente recuperó las jardinerías y todo este esfuerzo del gobierno se ve opacado con la presencia de estas personas arriba mencionadas en las adyacencia de nuestro principal sitio público. Hay que hacer algo urgente para recuperar los bancos de nuestra plaza Bolívar y que nuevamente sean de nuestro pueblo.