Mario Manzanares
Las altas montañas Mirandinas lo vieron nacer, las pequeñas calles de Cúa lo vieron corretear con su aro de bicicleta y un pedazo de madera en la mano, jamás se imagino este sabio pueblo, que ese muchacho llegaría ser el ídolo de multitudes e hijo ilustre de esa población.
Baudilio Díaz fue creciendo, y entre caimaneras fue puliéndose, era muy lento pero con un potente brazo que fue lo que lo catapulto como careta de primera línea, nadie le llegaba quieto a segunda, fue así como se fue abriendo paso por las selecciones de su estado natal Miranda y un día en unos nacionales los scout busca talentos dieron con el portento de muchacho y lo firmaron, los Leones del Caracas se hicieron con lo que seria por muchos años su catcher estelar, su inmortal numero 25 en su dorsal, con este equipo vivió sus mejores galas.
Baudilio Díaz, hombre afable y sencillo, mejor pelotero, tuvo la suerte y el honor de estar detrás del plato en dos juegos sin hit ni carreras lanzados por padre e hijo en épocas diferentes, me refiero a Urbano Lugo padre e hijo y uno d ellos en plena final, toda una hazaña lograda por el criollo caraquista.
En el norte se caracterizo por ser un receptor serio y trabajador, su meta era establecerse y lo logro gracias a fuerza de tesón y ganas. Debutaria con las Medias Rojas de Boston, luego pasaria a Philaderphia donde no lo valoraron como pelotero y paso luego a la gran maquinaria roja de Cincinati, quien junto al rey Concepción, él y Campanella harían una línea central envidiable; allí la dueña del equipo hizo que se cortara su mostacho al igual que todos los peloteros entre ellos la “cobra” Dave Parque, que su símbolo era una barba espesa. La que paga es ella, se le escucho un día decir a Bo Díaz, como fue conocido en el norte.
A lo largo de sus 14 temporadas siempre detrás del plato caraquista, Baudilio vivió su gran temporada en la 79-80 cuando logro enviar a las gradas 20 pelotas para dejar para la historia el record de 19 bambinazo del magallanero Bob Darwing que tenia sembrada desde la temporada 72-73.
Nunca fue un pelotero de batazos de largo metraje, pero esa temporada fueron saliendo los estacazos, el primero fue contra el larense zurdo Randy Benson el día 23de octubre y el numero 20 para romper la marca de Darwing se lo dio a el legendario cubano venezolano Aurelio Monteagudo de los Tiburones de La Guaira, este batazo lo logro el 12 de enero de 1980.
En la actualidad han salido grandes bateadores que han metido bulla en pos del record de mas jonrrones en una temporada, pero cuando mas cerca están de lograrlo un ángel celestial guiado por el Gran Bo Díaz les hace entrar el nerviosismo y no logran ni siquiera empatar los 20 de él y ni siquiera llegan a 19 algunos casos.
Nadie se explica por que sucede esto, será que el espíritu celestial del mirandino los hace fallar en los momentos más cruciales, llega la presión y los jonrrones no salen, y se mantiene el record vigente.
A Baudilio lo persiguieron las lesiones, los infortunios y la mala suerte, no falto en su vida un mal día, como el día que un accidente caserote quita la vida al gran Baudilio Díaz, no pudo ver a sus hijos devorarse los estadios como lo hizo el ni mucho menos verlos graduados en la Universidad, cosa que siempre repetía, un absurdo y triste desenlace cuando tratando de arreglar la parabólica de su casa esta le cae encima, llevándose al mejor careta de todos los tiempos del béisbol venezolano , Bo Díaz.
Los veinte batazos de vuelta completa de Baudilio Díaz perduraran en el recuerdo de cada uno de los orgullosos caraquistas, pero también en la mente y en el recuerdo de todos los que vimos y apreciamos ver jugar a ese ídolo camiseta 25 que en su momento fue el rugir del león, el líder de su divisa.
Hasta la eternidad siempre, Baudilio Díaz.
jueves, 3 de diciembre de 2009
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