Mario Manzanares
Era casi la media noche, disfrutaba como nunca lo había hecho, la canción del cantinero no paraba de sonar, había en el ambiente una brisa fría de esa que penetra por los huesos, la bulla no cesaba, allí sentado solo en un rincón de la cantina se encontraba Ángel Antonio Curiel.
Nunca se imagino que esas serían sus últimas birras que se tomaría, lo peor estaba por venir y Ángel inocente de todo seguía libando licor sin importarle nada.
Todo iba bien, hasta que de repente surge una acalorada discusión de la nada, un mal entendido pudo haber sido la causa, y allí en medio de todo esto estaba Ángel Curiel envuelto en un desagradable lío que no sabia como había llegado a él.
Eran varios los clientes los que estaban involucrados en la reyerta de palabras que iban y venían cual gallera, y cada vez con un tono mas elevado, fue ese el preciso momento que Ángel decide marcharse del lugar.
Salio a la oscura calle, la falta de luminarias en los postes hacen del lugar un tanto tenebroso y macabro, se sube a su moto Jaguar, color azul 150 cilindradas, la enciende y parte a toda carrera del sitio sin percatarse de nada, Ángel nada temía, solo evitaba.
Jamás se imagino que esa noche fría seria la ultima que viviría, la muerte le jugaría una ultima escaramuza; Ángel no se percato que otros sujetos a bordo de un vehiculo color verde y otro en una motocicleta lo venían siguiendo con oscuras intenciones y a la altura del hotel La Sirena se escucho el zumbido de una detonación que rompió el silencio de la noche e izo blanco en la humanidad de Ángel Curiel.
El primer impacto lo recibió en la espalda y seguidamente otros cuantos disparos mas, Ángel ya no podía conducir estaba herido y cae. En el suelo sus asesinos continúan acribillándolo salvajemente a un ser que solo pensaba pasarla bien esa noche.
El cuerpo yacía en la acera al lado de su compañera su moto Jaguar, allí lo rematan, se dejaron escuchar unas doce detonaciones mas que hacen blanco en el ya inerte cuerpo de Ángel ya sin signos vitales.
Sus victimarios emprenden la huida del lugar, dejando sin vida a un trabajador padre de familia que salio a disfrutar de la noche y consigue la muerte.
Los sabuesos del Cuerpo de Investigaciones Científicas y Criminalista no descartan ninguna hipótesis, pero la que mayor fuerza cobra es la de venganza y el ajuste de cuenta. Los pesquisas se trasladaron al lugar del hecho a recabar evidencias y al levantamiento del cadáver y trasladarlo a la morgue del hospital “Casal Ramos” de las gemelas.
Nadie se explica como un ser humano en cuestión de minutos, luego de estar disfrutando, desalmados con cobardía y ensañamiento le quitan la vida a un trabajador que solo queria esa noche pasarla bien.
Los familiares claman justicia, la muerte de este portugueseño debe ser investigada a fondo y dar con los asesinos de Ángel Antonio Curiel.
jueves, 3 de diciembre de 2009
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